Por: Raúl Sotelo L.
En poco más de un año, el gobierno de Pedro Castillo ha juramentado a 72 ministros nombrados.
Setenta y dos veces los escogidos para ocupar un ministerio se han arrodillado frente a un crucifijo para exclamar con energía esa frase con sabor a hipocresía «sí, juro».
Los escogidos por el redentor (el presidente) prometen cumplir fielmente el cargo conferido con la advertencia que si no lo hacen, serán «castigados» por Dios y por la Patria.
El símbolo de la Iglesia Católica ha sido burlado 72 veces por igual número de sujetos que se zurraron en el juramento. El cadáver de Jesús en la cruz, seguirá siendo usado en estas ceremonias políticas que esconde una farsa.
Seguiran más juramentaciones falsas, y el cardenal se ocultará bajo su sotana para impedir que la efigie de Jesús sea parte de este sainete malévolo.
El «sí, juro» es la frase igual de falsa a un billete de 22 soles.