Por: Raúl Sotelo L.
«Dina Boluarte, una presidenta acorralada y sola en el Perú del caos», así reza el título del informe del diario español El País.
«Esta abogada de 60 años, cumple los dos meses más largos que se recuerda en el Perú, mientras la mayoría de la población pide su renuncia, y la crisis se agrava cada día. A la Boluarte ya no le suena Twitter (su cuenta la ha desactivado), y ahora busca sin éxito el botón para desactivar una calle que ruge de ira.
Dina Boluarte está cada vez más acorralada y más sola. En realidad, nunca estuvo acompañada. Al acceder al poder sin equipo, ni bases, ni colegas; no es fácil rodearse de gente leales. Algunos ministros la han abandonado por la crisis violenta.
Su futuro depende del Congreso, también incapaz de acordar el adelanto electoral. La comunidad internacional pide elecciones, la OEA exige investigar las muertes. La presidenta da vueltas en un laberinto aún sin salida».
El diario español concluye que las protestas masivas ya suman 58 víctimas, y esa cuenta no se desactiva como la de Twitter.
Otrosí digo: los voraces y angurrientos congresistas peruanos ya archivaron el pedido de adelanto de elecciones, porque no quieren perder sus curules y todo el poder que gozan. No se dan cuenta que el nudo corredizo de la soga alrededor de sus cuellos en cualquier momento se ajustará.