A pesar de que Perú cuenta con un marco regulatorio robusto para las apuestas deportivas, el fantasma de los partidos amañados sigue siendo un desafío latente, sobre todo para las casas de apuestas legales. Los recientes escándalos y las sospechas de partidos arreglados en el fútbol peruano han generado preocupaciones sobre la integridad del sector, amenazando la confianza en las casas de apuestas deportivas de Perú y el crecimiento económico que estas representan.
Escándalos y sospechas de partidos arreglados
El fútbol peruano ha enfrentado múltiples sospechas de amaño de partidos en los últimos años, particularmente en la Liga 1 y divisiones inferiores, donde los bajos salarios de los jugadores los hacen vulnerables a la manipulación. En 2024, la Federación Peruana de Fútbol (FPF) investigó al menos cinco partidos de la Liga 2 por patrones de apuestas anómalos, detectados por sistemas de monitoreo que identificaron movimientos inusuales en las cuotas de eventos específicos, como tarjetas amarillas o goles en tiempos determinados. Aunque no se han revelado nombres específicos de clubes o jugadores involucrados, las investigaciones apuntan a redes de apostadores que operan tanto a nivel local como transnacional, aprovechando la falta de cobertura mediática de las ligas menores.
Un informe de mayo de 2025 señaló que el amaño de partidos en Perú está vinculado a redes de crimen organizado que explotan las apuestas en mercados no regulados, especialmente en Asia, donde el volumen de apuestas supera los 1,7 billones de dólares anuales. Estas prácticas, conocidas como “spot-fixing”, implican manipular eventos específicos dentro de un partido, como saques de esquina o faltas, sin necesariamente alterar el resultado final, lo que dificulta su detección.
Impacto en las apuestas deportivas online legales
Los escándalos de amaño de partidos representan una amenaza significativa para el sector de apuestas deportivas online legales en Perú. La regulación ha impulsado un entorno de confianza, con 4.516 salas de apuestas registradas y un aumento de 683 nuevas licencias desde diciembre de 2024. Sin embargo, las sospechas de manipulación erosionan la credibilidad y la imprevisibilidad, pilares fundamentales del mercado de apuestas. Los operadores legales, que pagan un impuesto del 12% sobre las ganancias netas y enfrentan un nuevo Impuesto Selectivo al Consumo del 1% desde julio de 2025, temen que los escándalos empujen a los usuarios hacia plataformas ilegales, donde los controles son inexistentes. La pérdida de confianza también afecta a los consumidores, que podrían percibir el sector como riesgoso, reduciendo la participación en las apuestas deportivas. Además, los operadores internacionales, que han invertido significativamente en el mercado peruano, podrían reconsiderar su presencia si las sospechas de amaño persisten, lo que limitaría el crecimiento proyectado del sector, estimado en 2.500 millones de dólares para 2025.
Respuesta de las autoridades y medidas preventivas
A raíz de que las apuestas están cambiando el consumo del fútbol, El Mincetur y la FPF han intensificado los esfuerzos para combatir el amaño de partidos. La Dirección General de Juegos de Casino y Máquinas Tragamonedas colabora con bancos y proveedores de pagos para bloquear transacciones hacia sitios no autorizados, mientras que la FPF ha implementado sistemas de monitoreo en tiempo real, similares a los utilizados por organizaciones como Sportradar, para detectar patrones de apuestas sospechosos. Estas herramientas comparan cuotas de mercado con modelos predictivos, identificando divergencias que sugieren manipulación. Además, se han iniciado campañas educativas para jugadores y clubes, enfocadas en prevenir la ludopatía y la corrupción, especialmente en ligas menores.