ROCHESTER, Minnesota. — Más de 4 millones de personas en todo el mundo padecen enfermedad renal terminal, una condición que requiere hemodiálisis para eliminar los desechos del organismo mientras esperan un trasplante de riñón. No obstante, cerca del 60% de las fístulas arteriovenosas (FAV) —conexiones quirúrgicas entre arteria y vena— fallan debido a la inflamación y el estrechamiento venoso, lo que reduce la efectividad del tratamiento.
Células madre mesenquimales podrían prevenir el estrechamiento venoso durante la hemodiálisis
Un equipo de científicos de la Mayo Clinic descubrió que trasplantar células madre derivadas de la grasa del propio paciente puede ayudar a prevenir la inflamación y el estrechamiento de las venas usadas en la hemodiálisis. Estas células madre mesenquimales tienen propiedades regenerativas y liberan factores de crecimiento que mejoran la cicatrización y prolongan el funcionamiento de la fístula arteriovenosa.
El Dr. Sanjay Misra, radiólogo intervencionista y autor principal del estudio publicado en Science Translational Medicine, explicó que estas células podrían revolucionar el tratamiento de la enfermedad renal:
“Las células madre mesenquimales tienen propiedades antiinflamatorias. La inflamación es una característica común de enfermedades cardíacas, vasculares, hipertensión, colesterol alto y cáncer. Todas estas condiciones comparten el mismo origen inflamatorio”, afirmó Misra.
Ensayo clínico en Mayo Clinic demuestra beneficios del tratamiento con células madre
En el ensayo clínico de fase 1, 21 pacientes con enfermedad renal terminal recibieron una fístula arteriovenosa (FAV). De ellos, 11 fueron tratados con inyecciones de células madre mesenquimales obtenidas de su propia grasa corporal antes de la cirugía, mientras que 10 pacientes formaron parte del grupo de control.
Los resultados mostraron que las fístulas cicatrizaron más rápido y duraron más tiempo en los pacientes tratados con células madre. Sin embargo, los investigadores observaron que no todos los pacientes respondieron igual, lo que impulsó el análisis de factores genéticos para entender las diferencias en la respuesta terapéutica.
Biomarcadores genéticos ayudarían a personalizar tratamientos de enfermedad renal terminal
El Ph.D. Sreenivasulu Kilari, coautor del estudio, detalló que se identificaron biomarcadores genéticos antiinflamatorios en los pacientes que respondieron mejor al tratamiento con células madre. Estos hallazgos permitirían predecir qué personas podrían beneficiarse más de la terapia regenerativa, abriendo el camino hacia una medicina personalizada para enfermedades renales.
“La identificación de estos genes nos ayudará a diseñar tratamientos más específicos y eficaces para cada paciente”, explicó Kilari.
Avances en medicina regenerativa para pacientes con insuficiencia renal
El Dr. Misra subrayó que, si los resultados se confirman en ensayos clínicos a gran escala, esta terapia podría reducir costos médicos, mejorar la calidad de vida y posponer la necesidad de un trasplante de riñón en millones de personas.
“Este enfoque podría cambiar la manera en que se maneja la insuficiencia renal terminal en todo el mundo”, afirmó Misra.
La investigación fue financiada por Michael S. y Mary Sue Shannon a través del Centro para Bioterapéutica Regenerativa de Mayo Clinic.

