Por: Raúl Sotelo L.
Aparecen más brotes de pus en este país que se debate en la mesa de operaciones.
La Junta Nacional de Justicia juramentó a Juan Fernández Jerí como Jefe de la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público, pasando por alto la grave acusación que le imputa la ciudadana Janet Guerrero Mego de haber pretendido cobrarle una coima de 80 mil soles a cambio de excarcelar a su padre, cuando Fernández Jerí ejercía en esa época el cargo de fiscal superior de Lima.
Con esa mancha negra en su mochila, el tal Fernández va a desempeñar el delicado cargo donde precisamente se requiere de un funcionario honesto e integro para luchar contra la corrupción en el Ministerio Público.
Otro desmadre: Nueve congresistas, entre hombres y mujeres, de la bancada Alianza para el Progreso, de propiedad del «sabio peruano» Cesar Acuña, estuvieron bebiendo licor en el mismo Palacio Legislativo junto con Freddy Díaz Monago, acusado de haber violado sexualmente a una servidora del Congreso, estando ebrio.
Díaz ha sido suspendido por 120 días sin goce de haber en sus funciones de legislador.
El desafuero es lo que le debería tocar a este borrachín, y, que esa especie de chingana que se ha convertido el Congreso, debe ser clausurado por expender vino de pésima calidad.