Cusco. La crisis en torno al transporte hacia Machu Picchu volvió a encender el debate sobre cómo se administra la ciudadela inca. En los últimos días, las protestas y bloqueos en la vía férrea dejaron varados a más de 1,400 turistas en Aguas Calientes, lo que expuso nuevamente la fragilidad del sistema de gestión del principal destino turístico del Perú.
La Cámara de Comercio de Cusco propuso un cierre temporal del santuario como medida para reorganizar su administración, calificando el actual modelo como “ineficiente y fragmentado”. De acuerdo con la Gerencia Regional de Comercio Exterior y Turismo, si el conflicto se prolonga, las pérdidas podrían superar los 300 millones de soles debido a cancelaciones de paquetes turísticos y suspensión de servicios.
A la preocupación local se suma la advertencia de New7Wonders, organización que otorgó a Machu Picchu el reconocimiento de “Maravilla del Mundo”. Según señalaron, la falta de políticas de conservación y ordenamiento pone en riesgo este título. Además, persisten problemas como la sobreventa de entradas, la saturación de circuitos y la falta de coordinación entre entidades encargadas del sitio.
Protestas en Machu Picchu y riesgo de cierre temporal
Las movilizaciones en torno al transporte hacia la ciudadela inca evidencian un problema estructural: la gestión fragmentada de Machu Picchu. Los bloqueos han afectado directamente al turismo, dejando a más de un millar de viajeros atrapados y generando pérdidas millonarias en la región.
Machu Picchu y la falta de planificación turística sostenible
Para expertos, la situación refleja una ausencia de planificación turística integral y sostenible. “No se trata solo de proteger el patrimonio, sino de asegurar experiencias seguras, transparentes y de calidad para los visitantes, que además beneficien a las comunidades locales. En este punto, la formación de profesionales especializados es fundamental”, explicó Milagros Torres, subdirectora de la Facultad de Negocios de Zegel.
Crisis turística en Machu Picchu exige innovación y sostenibilidad
El debate actual sobre la gestión de Machu Picchu no se limita a la conservación, sino que también exige innovación en el turismo peruano. La necesidad de replantear las estrategias con criterios de sostenibilidad y responsabilidad social es clave para evitar crisis recurrentes y preservar el legado cultural.
Educación en marketing turístico para el futuro de Machu Picchu
Frente a este escenario, instituciones educativas como Zegel apuestan por la formación de profesionales que impulsen el sector. Su Programa Especializado en Marketing Turístico capacita a estudiantes en herramientas digitales, inteligencia artificial y sostenibilidad, con el fin de diseñar estrategias de marketing turístico que respondan a las demandas del mercado y fortalezcan la competitividad internacional.