El sector hidrocarburos en el Perú atraviesa una crisis estructural que se ha intensificado durante las últimas décadas debido a la falta de reposición de reservas probadas de gas natural y petróleo. Este panorama crítico será el eje central del Primer Congreso Peruano de Gas y Petróleo, donde expertos y autoridades debatirán sobre las soluciones necesarias para superar las barreras que limitan su desarrollo.
Un sector en emergencia: retos y oportunidades
El déficit de inversión en exploración ha llevado al país a depender de costosas importaciones de petróleo y sus derivados. Los problemas se agravan con los excesivos trámites burocráticos y la demora en la aprobación de permisos ambientales y sociales, lo que ha frenado el interés de los inversionistas. Mientras que países vecinos como Ecuador y Colombia logran poner en producción nuevos campos en menos de 10 años, en el Perú este proceso tarda entre 15 y 16 años, lo que afecta gravemente la competitividad.
Los constantes cambios en las autoridades del Ministerio de Energía y Minas (MINEM) y la percepción de inestabilidad política han generado inseguridad jurídica, alejando inversiones y reduciendo la producción de petróleo, especialmente en la Cuenca del Marañón, principal fuente de reservas probadas. Esto ha impactado directamente en las regalías y el canon, limitando los recursos destinados a proyectos de inversión pública, particularmente en la región Loreto.
Infraestructura en riesgo: el caso del Oleoducto Norperuano
El Oleoducto Norperuano (ONP), pieza estratégica para el transporte de hidrocarburos en la Amazonía, enfrenta múltiples desafíos: rupturas, sabotajes, falta de mantenimiento y una obsolescencia tecnológica que lo pone en una situación crítica. La disminución de empresas productoras en la región, sumada a la falta de exploración en lotes como el 67, 39 y 64, ha reducido su capacidad operativa, generando pérdidas económicas y cuestionando su viabilidad comercial.
Propuestas para la reactivación del sector
Los expertos coinciden en que la reactivación del sector hidrocarburos exige medidas urgentes y coordinadas entre el Estado, las empresas y los gobiernos regionales. Entre las principales propuestas destacan:
- Reducción de la burocracia: Flexibilizar y agilizar los trámites para permisos ambientales y sociales, atrayendo inversiones en exploración.
- Modernización del ONP: Rehabilitar y actualizar su infraestructura para garantizar un transporte eficiente y seguro.
- Incentivos fiscales: Reducir regalías y canon, ofreciendo estímulos financieros para fomentar la exploración en la selva peruana.
- Desarrollo de nuevos mercados: Promover la masificación del gas natural en el mercado interno y fomentar la exportación de electricidad y gas natural licuado (GNL). Asimismo, se busca impulsar la petroquímica como un eje de industrialización clave.
Transición energética con visión estratégica
El Perú debe definir su camino en la transición energética, considerando su disponibilidad de recursos de gas y petróleo. Estos seguirán siendo esenciales no solo por su aporte a la economía nacional, sino también como pilares para la diversificación energética. Para ello, se requiere un esfuerzo conjunto que acelere las inversiones en exploración y desarrollo, aprovechando el potencial del país.
El Primer Congreso Peruano de Gas y Petróleo busca ser el espacio para trazar esta hoja de ruta y asegurar un futuro competitivo para el sector hidrocarburos, vital para el desarrollo socioeconómico del Perú. Sin reformas estructurales, el país continuará perdiendo oportunidades y competitividad en el mercado global.