La dirigente opositora María Corina Machado fue “violentamente interceptada” hoy jueves 9 de enero tras participar en una manifestación en el municipio caraqueño de Chacao, según denunció la plataforma política Con Venezuela, organización que respalda a Machado. El incidente ocurrió minutos después de que la líder bajara de la tarima, donde había pronunciado un discurso para celebrar la participación de los manifestantes.
En un mensaje publicado en la red social X, el grupo aseguró que “efectivos del régimen dispararon contra las motos que la trasladaban”, generando preocupación entre sus seguidores y aliados políticos. Al menos ocho agentes habrían estado involucrados en el ataque, según confirmaron fuentes cercanas al equipo de seguridad de Machado.
Persecución política contra María Corina Machado
Este ataque se produce en un clima de alta tensión política en Venezuela. Meses atrás, el régimen de Nicolás Maduro emitió una orden de arresto contra Machado, acusándola de traición e insurrección, cargos que, como han señalado diversas organizaciones de derechos humanos, suelen emplearse contra figuras disidentes del chavismo. No obstante, hasta la fecha, las autoridades no han presentado evidencia que respalde estas acusaciones.
Las autoridades chavistas aún no han emitido comentarios oficiales sobre los reportes del incidente ni sobre los rumores de una posible detención de Machado tras los hechos en Chacao. Medios internacionales, como CNN, han intentado obtener declaraciones sin éxito.
Reacciones nacionales e internacionales
El ataque contra Machado ha generado una fuerte ola de solidaridad entre figuras opositoras y líderes internacionales, quienes condenaron el acto y exigieron garantías para la seguridad de la dirigente. Machado es considerada una de las voces más representativas de la oposición venezolana, y sus críticos aseguran que este tipo de ataques buscan intimidar y silenciar su lucha democrática.
Un nuevo episodio de represión en Venezuela
La represión contra figuras opositoras no es un hecho aislado en Venezuela, donde el régimen de Maduro enfrenta constantes denuncias de persecución a disidentes. El incidente contra Machado refuerza el relato de una nación sumida en una crisis política, social y económica, donde las voces opositoras son silenciadas mediante actos de intimidación y violencia.