Heaven Petroleum Operators (HPO), y BioEnergy Perú, son dos compañías peruanas en el rubro del petróleo. Petro Perú decidió comprar 280 mil barriles de biodiesel B100, y convocó a una licitación invitando a dichas compañías a presentar sus ofertas el 26 de octubre pasado.
Retrocedemos la película: el 18 de ese mes, Samir Abudayeh, gerente de HPO se reunió en Palacio de Gobierno con el presidente Castillo, y, como una extraña y sospechosa coincidencia, ese día Hugo Chávez, gerente general de Petro Perú, merodeaba por la sede gubernamental.
El 28 de octubre, un día después que esas dos compañías presentaron sus propuestas, Petro Perú (Hugo Chávez), comunico a BioEnergy Perú que tenía que enmendar un error material en su oferta, para lo cual le daba plazo hasta las 5 de la tarde para responderle. O sea le otorgaba escasos 47 minutos «de vida». Lo extraño es que tal advertencia no se hizo telefónicamente como era lo aconsejable porque el tiempo apremiaba, sino que Petro Perú apeló al correo electrónico (a veces este no se lee en el momento).
Cuando BioEnergy Perú, que se enteró de casualidad del aviso, rápidamente enmendó la omisión y sobre la marcha presentó su oferta ya corregida, pero los de Petro Perú le dijeron que había perdido la licitación por responder demasiado tarde. ¿Demasiado tarde si solo le habían dado 47 minutos para enmendar la propuesta, y, por correo electrónico en vez de hacerlo más directo y rápido como es una llamada telefónica?
Con el camino despejado, Heaven Petroleum Operators no tuvo inconveniente «en ganar» la licitación. A su competidor BioEnergy Perú le habían tendido una celada y lo dejaron moviendo la cintura.
Todos los peruanos tenemos el derecho de sospechar de la visita del gerente Samir Abudayeh al presidente Castillo en Palacio de Gobierno, días antes de la licitación que su representada ganó por obra y gracia de Petro Perú, cuyo gerente general cumplió el triste papel de sicario al «liquidar» a la empresa BioEnergy sacándola abruptamente de la licitación.
¿Qué conversaron Samir Abudayeh y Pedro Castillo?
Desde ese entonces desde el Palacio de Gobierno se respira un característico olor a pescado descompuesto.