Por: Raúl Sotelo L.
La Comisión de Alto Nivel de la OEA no ha pisado aún suelo peruano, pero ya sus detractores aseguran que, si bien lo escucharán, ello no significa que acatarán sus recomendaciones.
El ambiente político y social es hoy una caldera hirviendo, y cualquier remezón puede pasar. Precisamente la Comisión de la OEA intentará poner paños fríos proponiendo medidas que puedan solucionar el enfrentamiento entre los poderes Ejecutivo. Legislativo y Judicial.
Será pretender unir el agua con el aceite. Los actores en pugna no cederán un milímetro en sus pretensiones de conseguir el poder, y no perder sus privilegios ganados.
Seguro estoy que la Comisión de Alto Nivel abandonará el país con las manos vacías. La casa desordenada y sucia que encontraron, seguirá tal igual o en peores condiciones.Los batallones de los grupos contrincantes ya están posesionados frente a frente en el campo de batalla. Solo esperan la orden para iniciar el fuego.
Ante esta grave situación, el informe de la OEA será lapidaria: » El Perú es un país ingobernable, y lo que necesita para imponer el orden y la legalidad, es un fornido y arrojado sheriff tan igual como un John Wayne, con sus dos pistolas al cinto, y, en la plaza pública un patíbulo para colgar a las autoridades que infrinjan la ley.