Carlos Antonio «Kukín» Flores Murillo nació el 4 de agosto de 1974 en el Callao, una zona conocida por su pasión futbolística. Su infancia estuvo marcada por el abandono de sus padres, un episodio que lo forjó desde joven como un luchador. A pesar de este difícil comienzo, Kukín encontró en el fútbol una forma de escapar de la adversidad. Su habilidad era tan deslumbrante que, a los 12 años, fue seleccionado para participar en la Copa Gothia, un torneo juvenil en Suecia, donde los observadores no tardaron en compararlo con Pelé, la máxima leyenda del fútbol mundial.
De las canchas de barrio al profesionalismo
El talento de Kukín lo llevó a la Academia Cantolao, conocida por desarrollar grandes figuras del fútbol peruano. Su estilo de juego, basado en su visión, técnica y capacidad para superar adversarios, lo convirtió rápidamente en una promesa. A los 17 años debutó profesionalmente con Sport Boys, el club de sus amores. Durante su carrera, jugó también en Universitario de Deportes, Alianza Lima y otros equipos nacionales e internacionales, dejando huella por su creatividad y pasión en el campo.
Una vida de altibajos
A pesar de su éxito como futbolista, la vida personal de Kukín estuvo marcada por serios problemas. Las adicciones y dificultades emocionales lo alejaron de su máximo potencial en varias etapas de su carrera. Sin embargo, nunca dejó de ser una figura querida por los hinchas, quienes valoraban su carisma y autenticidad.
El adiós de una leyenda
El 17 de febrero de 2019, Kukín falleció a los 44 años, dejando un vacío en el fútbol peruano. Su legado, tanto dentro como fuera de las canchas, permanece vivo en la memoria de quienes lo vieron brillar. A pesar de los desafíos que enfrentó, su historia sigue inspirando a jóvenes talentos que sueñan con alcanzar la grandeza.
Conclusión:
La vida de Carlos «Kukín» Flores es un recordatorio de cómo el talento y la adversidad pueden coexistir en una misma trayectoria. Su comparación con Pelé, aunque prematura, demuestra la magnitud de su habilidad. Kukín será siempre recordado como un ícono del fútbol peruano, un niño que, a pesar de las circunstancias, logró conquistar corazones con su magia en el campo.