Un desafío común para muchos padres es controlar lo que sus hijos miran en Internet. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), uno de cada tres usuarios de internet en todo el mundo es un niño. Sobre esto, su director ejecutivo, Anthony Lake, afirma: “En un mundo digital, nuestro doble desafío es saber cómo mitigar los daños y maximizar los beneficios de Internet para cada niño”.
A este respecto, para muchos padres ha sido beneficioso ver junto a sus hijos la serie animada de Sofía y Caleb, dos hermanitos que atraviesan distintas vivencias de las que aprenden a ser limpios, ordenados, respetuosos con los mayores, perdonar y mostrarse agradecidos, entre otras lecciones. Junto a estos videos, producidos por los Testigos de Jehová, se incluyen otras actividades como fichas para colorear, proyectos de investigación y canciones que fomentan la comunicación en el hogar.
Los videos tienen un efecto positivo incluso en cosas que se consideran insignificantes. Por ejemplo, una niña de 11 años del Callao cuenta: “A veces uno se olvida de decir “por favor” y “gracias”. Cuando era más pequeña mis padres me mostraron un capítulo de la serie animada
Hazte amigo de Jehová: Por favor y gracias y entendí que hablar así hace felices a los demás. Desde entonces lo hago y le recuerdo a mi hermanito que también haga lo mismo con mis padres y otras personas.”
Dichos videos incluso sirven de material visual de apoyo a profesores. Ana, una profesora de Cajabamba, menciona: “Tanto la coordinadora de Tutoría, la psicóloga del colegio y mi persona, usamos estos videos significativos y con valor práctico para los niños”.
“Estos videos también están ayudando a niños pequeños que incluso no tienen la edad para ir a la escuela, a ser honrados, respetuosos y ordenados, valores que les serán muy útiles en el futuro y los convertirán en ciudadanos valiosos de nuestra comunidad”, dijo Joel Bravo, portavoz de los testigos de Jehová en Lima.
Esta serie animada se encuentra disponible en más de 400 idiomas, incluidos aimara, asháninca, quechua, lenguaje de señas peruano y shipibo-conibo. Los capítulos pueden visualizarse y descargarse de forma gratuita en el sitio jw.org.